Aquí os dejo mi último trabajo, lo firmé el día 29 de febrero... Es copia de uno de Leonid Afremov, del que ya os hablé, una calle con lluvia y un banco al principio. Espero que os guste
Me ha molado porque me ha sugerido algunas cosas, al margen de lo que tú quisieras hacer sentir. Nunca estaría en un sitio como el que has pintado sin un buen abrigo, impermeable a poder ser, un paraguas de buena envergadura para protegerme...También me da bastante inseguridad estar por esos sitios solo, en un parque solitario bastante avanzada la noche. Llevaría un largo cuchillo escondido en mi gabán. Al hablarte de mi cuchillo, me veo en la obligación de contarte para qué he ido a ese parque, a esas horas y solo: estoy esperando a una persona que no conozco. Lo único que sé de él es que llevará un sombrero de ala ancha y unos zapatos negros, estilo FBI –¡pobre, nunca pudo imaginarse chaparrón semejante al caído horas antes de nuestro encuentro!– No puedo evitar reír al imaginarme su calzado lleno de barro y los bajos de su pantalón con salpicones. Imagino también el momento en que se acerque a mí, andando a trompicones y con dificultad por el lodazal que rodea al parque, propio del mal estado de los paseos a medio pavimentar que rodean nuestro punto de encuentro. Puedo verle llegar desde lo lejos, patizambo él y el rostro oculto por su sombrero, pero viendo su prominente nariz sobresalir de la sombra que da cobijo a su cara. Te preguntarás, al margen de quién sea esa persona, para qué hemos quedado en un sitio tan raro y a esas horas tan intempestivas; qué me traigo entre manos y si tengo alguna esperanza de salir vivo del entuerto. Sí, vivo. ¡Un momento! Quizá esté adelantando acontecimientos. Esta persona con la que he quedado trae información muy importante para mí, por la que pretendo pagar una increíble suma de dinero que ni mucho menos poseo: de ahí que me haya provisto del cuchillo, del que echaré mano tan pronto vea que saca el informe de su chaqueta. Desconfío de que en realidad traiga cualquier tipo de información, ya que, a su vez, he contratado a otra persona cuyas investigaciones confirman mi teoría, a saber, que sólo pretende cobrar y largarse con la pasta tras pegarme un tiro en el pecho. Para ello me despistará entregándome un falso informe, con unas letras que ponen, muy en grande: “¡MERECÍAS MORIR!”. Pero ahora no importa discutir sobre si merezco la muerte; ¿quién no? Él esperará al momento en que levante la cabeza del papel, impactado por la “información”, para disparar contra mí. Te preguntarás por qué te digo esto: el caso es que quiero pedirte ayuda, quiero que cojas el pincel, de nuevo. ¡Hazme caso! Necesito que metas en escena una rama de un árbol, como si estuviera caída, por ejemplo. Una rama grande, recta. Déjala detrás del banco, rápido, ¡ahí viene! No me preguntes, confía en mí. Intuyo que él está, a su vez, informado de que he venido armado, y de que conozco sus movimientos. No tenemos tiempo de que te cuente todo. Te daré más explicaciones cuando me hayas salvado, si lo consigues. Creo que no será él quien dispare, sino otra persona escondi...
Los colores, el arte, la mente que vuela... la pregunta no es por qué no mereces morir sino por qué no mereces VIVIR... Sí en letras mayúsculas... cuando la mente viaja a una historia de amor, intriga, ilusión, esperanza y un largo etcétera nuestro corazón vuela con ella... Nos evadimos de la rutina y vemos que la esencia de la vida es el arte, el espíritu bohemio que nos embarga al situarnos delante de un lienzo en blanco, de un parque con los colores, que en este caso ha plasmado la artista Alizia en este cuadro, aunque ella diga que es una copia ella ha puesto esos colores (podía poner otros más o menos claros) y ha impregnado de ágape -amor- a esta obra... independientemente que de ello surja una historia con unos informes o no falsos y la necesidad de alguien cercano para salvarnos de un final no deseado... independientemente de esto necesitamos evadirnos... menos estrés y más relax, más arte, más sentirnos... con una cañita, con un trozo de bizcocho, un paseo, con nuestros seres queridos, una amistad, un familiar o simplemente estando en ese banco después de haber llovido y ver el arcoiris o si es de noche ver las estrellas... ese grillo que canta, el olor a humedad que nos evade del trabajo, la rutina y nos acerca al arte... arte que plasmaremos en un lienzo, en la cocina con una receta, dando un paseo con cámara en mano, tomando el sol y sonriendo por el cantar de un agapornis, el estar o saber estar en contacto con la madre naturaleza es arte, saborear el arte, parte de la esencia del arte... Sigue plasmando ese sentimiento en cada lienzo... y veremos arte a través de ti...
Me ha molado porque me ha sugerido algunas cosas, al margen de lo que tú quisieras hacer sentir. Nunca estaría en un sitio como el que has pintado sin un buen abrigo, impermeable a poder ser, un paraguas de buena envergadura para protegerme...También me da bastante inseguridad estar por esos sitios solo, en un parque solitario bastante avanzada la noche. Llevaría un largo cuchillo escondido en mi gabán. Al hablarte de mi cuchillo, me veo en la obligación de contarte para qué he ido a ese parque, a esas horas y solo: estoy esperando a una persona que no conozco. Lo único que sé de él es que llevará un sombrero de ala ancha y unos zapatos negros, estilo FBI –¡pobre, nunca pudo imaginarse chaparrón semejante al caído horas antes de nuestro encuentro!– No puedo evitar reír al imaginarme su calzado lleno de barro y los bajos de su pantalón con salpicones. Imagino también el momento en que se acerque a mí, andando a trompicones y con dificultad por el lodazal que rodea al parque, propio del mal estado de los paseos a medio pavimentar que rodean nuestro punto de encuentro. Puedo verle llegar desde lo lejos, patizambo él y el rostro oculto por su sombrero, pero viendo su prominente nariz sobresalir de la sombra que da cobijo a su cara. Te preguntarás, al margen de quién sea esa persona, para qué hemos quedado en un sitio tan raro y a esas horas tan intempestivas; qué me traigo entre manos y si tengo alguna esperanza de salir vivo del entuerto. Sí, vivo. ¡Un momento! Quizá esté adelantando acontecimientos. Esta persona con la que he quedado trae información muy importante para mí, por la que pretendo pagar una increíble suma de dinero que ni mucho menos poseo: de ahí que me haya provisto del cuchillo, del que echaré mano tan pronto vea que saca el informe de su chaqueta. Desconfío de que en realidad traiga cualquier tipo de información, ya que, a su vez, he contratado a otra persona cuyas investigaciones confirman mi teoría, a saber, que sólo pretende cobrar y largarse con la pasta tras pegarme un tiro en el pecho. Para ello me despistará entregándome un falso informe, con unas letras que ponen, muy en grande: “¡MERECÍAS MORIR!”. Pero ahora no importa discutir sobre si merezco la muerte; ¿quién no? Él esperará al momento en que levante la cabeza del papel, impactado por la “información”, para disparar contra mí. Te preguntarás por qué te digo esto: el caso es que quiero pedirte ayuda, quiero que cojas el pincel, de nuevo. ¡Hazme caso! Necesito que metas en escena una rama de un árbol, como si estuviera caída, por ejemplo. Una rama grande, recta. Déjala detrás del banco, rápido, ¡ahí viene! No me preguntes, confía en mí. Intuyo que él está, a su vez, informado de que he venido armado, y de que conozco sus movimientos. No tenemos tiempo de que te cuente todo. Te daré más explicaciones cuando me hayas salvado, si lo consigues. Creo que no será él quien dispare, sino otra persona escondi...
ResponderEliminarEL arte llama al arte, independientemente de su estilo: pintura, escultura, escritura...Seguid así chicos! Sois unos auténticos artistas!
ResponderEliminarMara, Zamora
Los colores, el arte, la mente que vuela... la pregunta no es por qué no mereces morir sino por qué no mereces VIVIR... Sí en letras mayúsculas... cuando la mente viaja a una historia de amor, intriga, ilusión, esperanza y un largo etcétera nuestro corazón vuela con ella... Nos evadimos de la rutina y vemos que la esencia de la vida es el arte, el espíritu bohemio que nos embarga al situarnos delante de un lienzo en blanco, de un parque con los colores, que en este caso ha plasmado la artista Alizia en este cuadro, aunque ella diga que es una copia ella ha puesto esos colores (podía poner otros más o menos claros) y ha impregnado de ágape -amor- a esta obra... independientemente que de ello surja una historia con unos informes o no falsos y la necesidad de alguien cercano para salvarnos de un final no deseado... independientemente de esto necesitamos evadirnos... menos estrés y más relax, más arte, más sentirnos... con una cañita, con un trozo de bizcocho, un paseo, con nuestros seres queridos, una amistad, un familiar o simplemente estando en ese banco después de haber llovido y ver el arcoiris o si es de noche ver las estrellas... ese grillo que canta, el olor a humedad que nos evade del trabajo, la rutina y nos acerca al arte... arte que plasmaremos en un lienzo, en la cocina con una receta, dando un paseo con cámara en mano, tomando el sol y sonriendo por el cantar de un agapornis, el estar o saber estar en contacto con la madre naturaleza es arte, saborear el arte, parte de la esencia del arte...
ResponderEliminarSigue plasmando ese sentimiento en cada lienzo... y veremos arte a través de ti...